Una boda en clave alta, la luz invadía la casa, paredes blancas, grandes ventanales todo esto es un lujo para un fotógrafo. Una novia con glamour con y su toque de Manolo Blanik, los zapatos con los que sueña cualquier novia. Los detallitos y decoración que daban un toque especial al lugar tan espectacular como la Masia Aldamar. La simpatía de los novios nos hacía sentirnos como en casa. Nos emocionaba ver las miradas que desprenden, amor, alegría y ilusión.